Hola, que tal, espero te encuentres muy bien y bienvenido de nueva cuenta a mi blog. Como comenté hace un par de posts, estaré sacando contenido de mis álbumes de Flickr que no tienen asociado un artículo en este sitio, por ello verás que publico temas con fotos hechas hace ya algunos años.
En esta ocasión toca el turno de las fotografías que realicé durante 2 visitas al volcán Citlaltépetl (del náhuatl, «Monte de la Estrella»), mejor conocido como Pico de Orizaba, el cual se encuentra entre los límites de Veracruz y Puebla. Al Citlaltépetl también se le denomina montaña y es la más alta de México, con una altura de 5610 msnm.
Ambas visitas las realicé con dos grupos diferentes, la primera fue organizada por Foto Safari en marzo y la segunda, por Miguel Riande y José Navarrete, en abril. En ambos casos, el principal objetivo era realizar fotografía nocturna, específicamente, fotografía de estrellas y vía láctea, previa capacitación por parte de Miguel Riande sobre la configuración de la cámara (tiempos de obturación, ISO, uso de tripie, aspectos relacionados al ruido generado por el sensor frente a tomas de larga exposición, etc.), así como aspectos de la óptica (aperturas recomendadas, distancias focales, enfoque al infinito mediante hiperfocal, etc.).
En este post escribo sobre ambas experiencias, tanto en lo que se refiere al paseo como tal, como en lo que se refiere a la fotografía que realizamos. el texto será extenso, así que, si solo quieres ver la galería con las fotografías de ambos viajes, dirígete hacia la parte inferior del escrito. Si tienes la paciencia para leer, espero que la reseña te sea de interés y utilidad.
El viaje
El recorrido hacia el volcán inició en la CDMX muy temprano por la mañana, ya que nos esperaba un camino de unas 5 a 6 horas. Sinceramente, gran parte del viaje me quedé dormido, tanto por que estaba cansado por la desmañanada como por la distancia que tendríamos que recorrer, así que solo recuerdo una parte del camino, cuando ya estábamos a las faldas del Pico de Orizaba. Desde ese punto hasta la zona donde se encuentran las cabañas donde nos alojamos, es un trayecto en subida de aproximadamente 40 minutos.
En ambos viajes nos hospedamos en las cabañas Villas Pico de Orizaba, las cuales ofrecen 2 tipos de habitaciones. En el primer caso, se trata de unas cabañas pequeñas con espacio para 2 personas o bien, hasta para 4 si se utiliza un área para dormir que se encuentra en la parte superior, como una especie de ático. Por fuera, estas cabañas de madera son llamativas, totalmente triangulares, asentadas sobre una base hecha con tablones. Una ventana permiten ver el reducido, pero cómodo, espacio del interior. En la galería presento un par de imágenes de ellas, las cuales se ven un poco tétricas tal vez, pero es solo debido a la neblina que había en el momento de tomar la fotografía y a la edición de la imagen final, en realidad esas cabañas son muy gratas, no hay monstruos ni fantasmas ni zombies ocultos entre la niebla.
Las segundas son cabañas más amplias, con habitaciones y sanitarios (las primeras no poseen sanitarios ni nada más que los espacios para dormir), chimenea y espacios para que varias personas puedan acomodarse en bolsas de dormir. En una cabaña de este tipo caben, casi sin problema, unas 8 personas holgadamente.
En la primera visita me quedé en una de las cabañas pequeñas, en el ático. La usé para dormir un par de horas, pero tengo que decir que el frío que se sentía adentro era demasiado, solo tenía una colchoneta y un par de cobijas por lo que tuve que dormir con la ropa térmica debajo de la ropa normal, una chamarra gruesa, bufanda y guantes y, aun así, me costó trabajo conciliar el sueño. A un lado de donde estaba acostado había una pequeña ventana la cual, por el frío que hacía, estaba totalmente empañada y costaba trabajo ver hacia afuera.
En la segunda visita no quise pasar tanto frío nuevamente y opté por quedarme en una de las cabañas grandes, junto con otros compañeros. Aún se sentía frío, pero era, por mucho, menos de lo que sentí en la primera ocasión.
Las Villas posee un restaurante con una carta con buen surtido de alimentos de muy buen sabor. El lugar se puede rentar para eventos especiales, y en ese caso se incluyen alimentos y vinos acordes. El comedor es acogedor, con una forma casi circular, y una chimenea al centro que provee de un calor agradable en contraste al frío que puede llegar a hacer afuera. Mientras uno está disfrutando de sus alimentos, puede también gozar de la vista exterior gracias a las grandes ventanas que rodean al comedor.
El lugar está rodeado de abundante vegetación que, junto con los cerros aledaños, ofrecen una vista espectacular la cual, si hay suerte, se complementa con algunas capas de nieve o con una espesa neblina que le aporta un toque de misterio al panorama.
En lo que respecta a las caminatas, es posible estar varias horas recorriendo el lugar sin aburrirse. Por la zona de las cabañas se puede andar por unos senderos de tierra compacta que llevan, entre otras cosas, a un pequeño puente colgante que fue bautizado como el «puente tibetano». La vez que lo descubrimos íbamos un compañero y yo y, al llegar, había mucha niebla que tapaba parte de su camino y el fondo, de modo que no se alcanzaba a ver la profundidad que había debajo, mi compañero empezó a andar sobre el puente y no pude evitar tomar algunas imágenes de ese momento, pero creo que, o yo me tardé mucho en disparar o el tardó poco en sentir algo de temor y se regresó, el caso es que lo tomé cuando iba a empezar a retornar.
En algún punto de ese sendero vi que también había un temascal, una buena opción para quien guste de meterse al vapor para purificar un poco el cuerpo. En la segunda visita que realicé, me escapé nuevamente, solo, para caminar por ese sendero y disfrutar de la vegetación y la hermosa vista que se tiene de la zona y así estuve un buen rato…, hasta que salió una culebrita por entre los matorrales, la cual creo se espantó más que yo por que corrió en friega en dirección opuesta a donde yo estaba parado.
Por el lado del restaurante, sale otro sendero que permite llegar a una zona más alta desde la cual, después de un rato de caminata, se puede ver, más o menos cerca, una de las caras del Pico de Orizaba. El camino es un poco cansado, ya que va en subida, haciendo zig zag (se camina un tramo y después una vuelta en «U» para seguir subiendo y adentrándose al cerro). Como muchas veces en este lugar, la niebla estaba presente e imprimía un aspecto misterioso a los árboles que se encontraban a los lados del sendero, no eran árboles con mucho follaje, más bien resaltaban los troncos delgados, separados y altos que, cubiertos por la niebla, creaban formas caprichosas que alguien, con un poco de imaginación, podría ver como si fueran Ents vigilando el andar de los humanos. Al llegar a la cima, el terreno se hacía más plano, pero seguía siendo de tierra un poco barrosa. Cuando llegué, ya varios del grupo se encontraban ahí, haciendo fotografías, y me uní a ellos en la actividad, hasta que me separé de nuevo y caminé hacia un extremo desde donde se veía, a no mucha distancia, el Pico de Orizaba.
Además de los dos caminos mencionados, está también el camino principal por donde se sube en automóvil hacia una zona más alta y más cerca de la punta del volcán. En resumen, por caminos, senderos y paisajes, uno no acaba en un solo día.
Las fotografías
Como mencioné anteriormente, el principal objetivo de la visita al Pico de Orizaba era realizar fotografía nocturna o, mejor dicho, astrofotografía (¿Quieres saber cómo hacer astrofotografía?). El plan era, una vez llegada la noche, movernos a algún lugar donde pudiéramos tener en escena la parte alta del volcán y algunos paisajes más que servirían de complemento para un cielo estrellado. Algunas tomas se harían jugando con luces y flashes para iluminar elementos como árboles, piedras y piso; otras tomas serían para realizar star trails (trazas de estrellas) usando la estrella polar como referencia para que las trazas de estrellas aparecieran circulares alrededor de la polar. Estaríamos trabajando de ese modo hasta el momento en que la Vía Láctea estuviera visible, entre 3:00 y 4:00 de la mañana aproximadamente, y hacer algunas tomas de ella. En la primera visita, las fotografías se hicieron en un terreno con mucha vegetación, pero no muy cerca de la parte alta del volcán, por lo que las tomas se realizaron usando árboles y otros elementos, como objetos de fondo. También se alcanzaban a ver algunos poblados en la parte baja, y algunas tomas se hicieron incluyendo sus luces dentro del encuadre.
En la segunda visita el lugar que se escogió para realizar las tomas fue un punto más alto que la vez pasada, más en dirección hacia el tope del volcán. Cuando llegamos al punto, a lo lejos había unas nubes cargadas, de las cuales salían rayos en repetidas ocasiones que iluminaban las nubes. Un par de compañeros y yo estuvimos haciendo algunas tomas tratando de captar algunos rayos y, sí, por fortuna algunos quedaron plasmados en las cámaras.
Para realizar las tomas nocturnas es necesario contar con cierto equipo y trabajar con cierta configuración. Un buen tripie es básico, que permita dejar la cámara fija durante bastante tiempo (debe ser un tripie sólido y, de ser posible, que se le puede colgar peso para estabilizarlo mejor, debido a que el viento puede llegar a ser un poco fuerte y mover la cámara mientras se esté haciendo alguna toma).
La lente, de preferencia debe ser un gran angular (24 mm o menor) para poder captar un mayor número de estrellas en la toma. Igualmente, la lente debe ser lo más luminosa posible, lo cual ayudará a captar más estrellas en menor tiempo de exposición. Este aspecto es importante si se desea captar estrellas estáticas, sin trazas (desplazamientos), ya que para ello se debe tener un tiempo de exposición por debajo de unos 25 segundos. Si el tiempo máximo que se puede configurar para obtener estrellas fijas es de 20 segundos, será de mucha ayuda poder tener una lente de diafragma muy abierto pues en ocasiones, 20 segundos no es suficiente para tener una buena exposición.
El ISO de la cámara podrá configurarse con valores altos, tal vez 12000 o 24000 de ISO. Si la cámara lo soporta, se debe activar el tratamiento del ruido de ISO alto, así como el tratamiento de ruido por exposiciones largas (en exposiciones largas, el sensor tiende a calentarse y algunos pixeles pueden llegar a verse de colores diferentes debido al calentamiento).
Enfocar las estrellas puede llegar a ser un poco complicado, por lo que para este tipo de fotografía se utiliza mucho la hiperfocal, para tener un enfoque a infinito y poder tener estrellas nítidas, bien enfocadas.
Los resultados
Aún dejo mucho en mi mente que no plasmo en este post, ambas visitas al Pico de Orizaba fueron aventuras que me dejaron muchos buenos recuerdos, pero para no saturar más el escrito, es que me detengo en este punto, y dejo las galerías esperando que las imágenes sean gratas al lector (fueron mis primeras fotografías de estrellas, pero creo que algunas de ellas no quedaron tan mal). Como siempre, muchas gracias por el tiempo dedicado a la lectura de este post, ojalá las imágenes te motiven a visitar el Pico y ver en persona lo poco que te he mostrado y contado aquí. Recuerda que si deseas ver las galerías en flickr, lo puedes hacer sin ningún problema.
Aquí la galería de la primer visita.
Y aquí, la de la segunda visita.
Debo admitir que las fotografías no le hacen honor al lugar, así que en verdad espero te decidas y visites este volcán, es una aventura que nunca olvidarás. Puedes consultar con Miguel Riande o José Navarrete, ya que actualmente ellos siguen realizando salidas fotográficas hacia este destino.
Hasta la próxima y Happy Clicking!!
4 Comments: