Hola, ¿qué tal?, espero te encuentres muy bien y bienvenido de nuevo a mi blog. De nueva cuenta me encuentro desempolvando fotos no tan actuales de mi cuenta de Flickr, para exponerlas en mi sitio.
En esta ocasión escribo sobre los resultados obtenidos de una sesión fotográfica que realicé a una amiga, la cual invitó, a su vez, a dos de sus amigas, en febrero de 2015. Por lo tanto, en este post dejaré 3 galerías con las imágenes de la sesión.
Un antecedente.
Aunque últimamente he realizado más fotografía de viajes (paisajes y fotografía de calle principalmente), uno de mis gustos también ha sido y es el retrato de modelos en locación, aunque últimamente no he estado tan activo en este rubro. En mis archivos tengo algunos trabajos con modelos en locaciones, que iré exponiendo en este lugar. Intentaré no quedarme solo con la descripción general de la sesión sino ofrecer un poco de información fotográfica sobre las tomas. Si el post te genera algunas dudas o comentarios, no dudes en escribirme en la sección de comentarios, al final de la publicación.
Sesiones de intercambio
Donde vivo tengo la fortuna de que la comunidad fotográfica es muy activa, y es común que se realicen sesiones fotográficas colectivas, normalmente bajo el esquema de intercambio, es decir, un grupo de fotógrafos se reúne con un grupo de modelos y, de forma alternada, cada fotógrafo tiene la oportunidad de trabajar con cada una de las o los modelos. En ocasiones se tiene la oportunidad de incluir a más especialistas en la actividad, tales como maquillistas y gente de vestuario.
El trabajo realizado se denomina «de intercambio» ya que el esfuerzo de modelos, fotógrafos y otros especialistas no se paga con dinero, sino con el resultado de la sesión, es decir, con las fotografías finales. El fotógrafo tiene la obligación de, una vez que sus tomas están listas, hacerle llegar una copia a la modelo y especialistas involucrados en la imagen, de modo que la modelo y los especialistas pueden utilizar ese material para beneficio propio, como por ejemplo, incluir la imagen en algún muestrario personal que le sirva para promover su trabajo (como modelo, como maquillista, etc.).
Este tipo de sesiones es una muy buena forma de practicar cuando un fotógrafo, modelo u otro especialista relacionado va iniciando en el campo de retrato y dirección con modelo, modelaje, maquillaje, etc., ya con el tiempo cada uno de ellos adquiere la experiencia para llevar a cabo uno o más proyectos por cuenta propia, que fue lo que pasó en este caso, con la sesión fotográfica realizada a Rosy, Diana y Rubí.
La locación
La fotografía de retrato puede realizarse en estudio o bien, en algún otro lugar externo o interno (una casa, una habitación, un hotel, etc.). En el segundo caso, el lugar donde se realiza la sesión se conoce como locación.
En el caso de que el fotógrafo desee realizar su fotografía en estudio, algunas veces se siente en apuros ya que no cuenta con un estudio propio. Esta situación, actualmente, ya no es un problema debido a que hay en el mercado un buen número de estudios en renta, algunos ofrecen solo el espacio, mientras que otros ofrecen, además, equipo de iluminación y demás elementos necesarios para una sesión fotográfica.
Cuando la idea es realizar la sesión en locación, es importante que el lugar sea no solamente atractivo y, algunas veces, acorde si es que la persona a retratar quiere una temática para sus imágenes, sino también debe ser seguro. Por desgracia, existen muchas locaciones que son muy atractivas, pero inseguras, debido a la lejanía y soledad del lugar, en los que uno se puede llegar a encontrar con amantes de lo ajeno. Si la locación identificada es algo solitaria, pero aun así se desea realizar la sesión, es recomendable que además del fotógrafo y modelo vayan más personas que ayuden a mantener la sesión un poco más segura. Tal vez incluso antes de realizar la sesión en dicho lugar, sea mejor primero investigar y asegurarse si el lugar puede ser seguro y con base en ello decidir, si optar por otro sitio o realmente llevar gente de apoyo.
La sesión realizada a Rosy y amigas se llevó a cabo en el parque de los novios, un parque cerrado de la CDMX, el cual ofrecía algunos buenos puntos para la sesión, como un puente y el tronco derribado de un gran árbol, así como un par de árboles más. El lugar es público, pero no con demasiada gente, lo que es bueno, para no estar lidiando con la gente que se atraviesa entre tomas. Es relativamente seguro, no es una belleza de lugar realmente ya que algunas partes se veían un poco descuidadas, pero, en general, para lo que se requería, fue una buena opción.
El equipo
Para la sesión utilicé una cámara DSLR full frame Canon 6D, un flash del tipo speedlight y una sombrilla traslúcida blanca para suavizar la luz. Para la óptica utilicé un par de lentes, uno analógico (Pentax Super Takumar SMC 135 mm f/2.5) y uno digital (un Canon 85 mm f/1.8). Algunas de las imágenes obtenidas con el Takumar se pueden observar un poco faltas de enfoque, o un poco suaves, y esto se debe a que tuve un poco de complicación para enfocar a través del view finder (el visor de la cámara), además de que las ópticas analógicas de hace años no son las lentes más nítidas que uno pueda utilizar hoy día, aunque como lo he comentado en otras publicaciones, ese viejo pedazo de metal y cristales tiene un toque que no me dan mis lentes digitales, un toque que me gusta, en la forma del bokeh que logra y en los colores y contrastes que me entrega que hace que lo siga usando una y otra vez en mis trabajos…, lo viejo tiene su encanto caray, si no me creen, pregúntenle a los que me conocen.
La sesión la realicé entre 4 y 6 de la tarde y en ocasiones el sol se colaba un poco entre las ramas de los árboles. Cuando el contraste entre luces y sombras era muy fuerte, mejor colocaba a la modelo en una zona de sombras o me ayudaba con la luz artificial. El flash lo utilicé siempre con el difusor, poniéndolo la mayoría de las veces a unos 45 grados de la modelo. En algunas tomas usé el flash como luz de recorte, colocado atrás de la modelo y apuntando hacia su cabello.
En los retratos que realizo me gusta utilizar aperturas amplias en las lentes, y en este trabajo estuve usando desde un diafragma 2.5 (en el caso del Takumar) hasta un 5.6 como máximo.
Las aperturas amplias ayudan a desenfocar el fondo (la forma del desenfoque o el desenfoque mismo recibe el nombre de bokeh, en algunas comparaciones entre lentes, llegan a tomar en cuenta la calidad del bokeh generado para sus calificaciones, incluso, hay lentes que generan un bokeh especial y raro, como el petzval) debido a que minimizan la profundidad de campo, y este desenfoque ayuda, a su vez, a resaltar la imagen de la modelo. La profundidad de campo es un elemento que cae dentro de los elementos a tomar en cuenta en la composición de una fotografía (¿deseas aislar al elemento retratado?, minimiza la profundidad de campo, ¿deseas crear una atmósfera donde todo se vea enfocado?, aumenta la profundidad de campo). Estas 2 características, el desenfoque de fondo y el aislamiento de mi modelo son 2 elementos que utilizo mucho en mis retratos, es por ello que uso normalmente aperturas amplias en mis tomas.
La dirección de la modelo
Una parte importante de una sesión fotográfica es la dirección del modelo. Habrá ocasiones en que el o la modelo ya tengan experiencia y ellos ya tengan algunas poses trabajadas, que ofrecen al fotógrafo, quien se limita tan solo a realizar las tomas. Pero en la mayoría de los casos, el fotógrafo debe tener la capacidad de dirigir a su modelo, debe tener la noción de qué poses pedir, qué poses favorecen a la persona fotografiada, o qué poses reflejan lo que el fotógrafo desea transmitir.
Esta parte no es para nada fácil para muchos fotógrafos, algunos que son como yo, introvertidos, tal vez tímidos, se topan normalmente con un bloqueo mental a la hora de tener que dirigir a la persona que está al frente. La timidez, el miedo, hace que olvide las poses que había pensado de antemano. A mí me pasa que de repente no sé cómo empezar a dirigir, y empiezo con poses ya realizadas con anterioridad, con otras personas. A medida que me introduzco en la actividad, el miedo va desapareciendo y paso a un modo que podría definir como «automático», no es que deje de pensar y solo dispare, sino que dejo que las poses vayan saliendo de mi mente, pero son poses que ya conozco, no me detengo a pensar en nuevas formas y eso me limita. Normalmente busco poses que hagan ver a mi modelo altiva, fuerte, despreocupada, alegre. Me gusta indicar poses donde no vean a la cámara, indiferentes a mí. Cuando pido que vean a la cámara, me gusta una mirada fija, que me dejen ver lo que hay más allá de sus ojos.
En la dirección, algunas veces el fotógrafo deberá mostrar a su modelo qué pose quiere, algunas veces podrá tocar a su modelo para acomodarla, pero es importante que siempre haya un respeto, que el o la modelo no se sientan agredidos de algún modo. Este punto es aún más importante cuando la sesión a realizar es una sesión con lencería o desnudo. Para evitar entonces tocar a la persona a fotografiar, el fotógrafo deberá realizar la pose, y sí, ni modo, si es una pose sexy para una modelo, tenemos que hacerla, aunque nos veamos raros…, tal vez hacerlo ayude a llevar la sesión más relajada, ya que al menos el o la modelo sentirá gracia al vernos haciendo esas poses.
Al hacer la fotografía, hay que tener consideración también con la persona al frente de la cámara, si estamos pidiendo poses que puedan ser cansadas, pedir la pose, tomar la imagen y dejar que descansen. No matarlos de frío si se está trabajando en exterior y el o la modelo tiene poca ropa, dejar que se tapen entre toma y toma, no dejar que el sol les pegue de lleno en los ojos durante mucho tiempo. En fin, buscar nuestra pose pero también procurar la comodidad del modelo.
En la sesión con Rosy y amigas, ayudó un poco el hecho de que las fotografías fueron para una persona conocida, había más confianza y eso me ayudó a relajarme un poco más y jugar un poco con las posturas. Incluso agradezco que se hayan atrevido a subirse a un árbol que había cerca, no estaban a gran altura, pero un resbalón habría hecho un poco de daño en sus personas.
Las fotografías
Se que esta sesión la realicé hace ya un par de años, pero no quiero dejar de agradecer a Rosy, Diana y Rubí por haber tenido la confianza de que les hiciera las fotografías.
En su momento fue una gran experiencia para mí ya que no había tenido oportunidad, anteriormente, de trabajar una sesión particular. Mi mayor temor siempre ha sido la parte de la dirección, aun hoy en día es algo que me cuesta un poco de trabajo, por eso aquella sesión fue importante para mí ya que me ayudó, un poco, a dominar por un rato ese temor, olvidarme de él y simplemente dedicarme a la fotografía.
Como siempre, gracias por leerme, por mantener el interés en lo que presento en mi blog. Desearía que aprovecharas la oportunidad de consultar cualquier duda que pudieras tener en cuanto a fotografía, tal vez pueda tener yo una respuesta o bien, mucho mejor, si crees que puedes enseñarme a corregir algunas fallas, soy todo oídos (…, bueno, soy medio sordo así que no seré todo oídos, pero al menos pondré atención a lo que digas).
¡Hasta la próxima, happy clicking!!
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