Disfrutando de la fotografía en Pico de Orizaba

Qué mejor manera de vivir que disfrutando de la fotografía en Pico de Orizaba. En este paseo, organizado por Miguel Riande, visitamos, primero, Orizaba y su atractivo teleférico que lleva a los visitantes al Cerro del Borrego.

Por la tarde noche nos dirigimos a las cabañas “Villas Pico de Orizaba”, a unos 3300 MSNM. En esta ocasión, no hubo niebla ni nieve en la zona de las cabañas pero, de lo que sí fuimos testigos, fue de una enorme capa de nubes que cubrió Orizaba todo el tiempo que estuvimos en Villas.

El arribo a Villas Pico de Orizaba

Llegamos a las cabañas cerca de las 6 p.m., dejamos las cosas y nos dirigimos a cenar al bonito y acogedor comedor de Villas. Estando ahí, disfrutamos de una misteriosa y rojiza luna que subía al cielo; lo malo fue que en ese momento algunos no teníamos nuestras cámaras y no pudimos hacer algunas tomas de ella.

Después de cenar y descansar, hicimos una caminata de reconocimiento por el sendero principal. Lámpara en mano, atenuamos un poco las penumbras del camino boscoso que nos bordeaba por los costados. Fue una caminata de cerca de una hora, donde hicimos un par de paradas para realizar algunas tomas nocturnas; una vez de regreso, hicimos una escala en un mirador desde el cual vimos parte del valle cubierto por la gran cobija de nubes.

Estuvimos hasta cerca de las 2 de la mañana haciendo foto nocturna, con el gran volcán como personaje principal. Poco después de las 2 a.m., mis compañeros se retiraron a sus habitaciones y yo preferí quedarme despierto toda la noche; la idea era hacer fotografías del amanecer desde muy temprano, pero si me iba a dormir, estaba seguro de que no me despertaría a tiempo.

Un poco de fotografía nocturna

Cuando estuve solo, hice algunas fotografías de una poza con agua que había cerca, tratando de complementar la composición con los árboles y las estrellas. Posteriormente hice algunas otras del Pico de Orizaba. Realicé algunas largas exposiciones para generar trazas de estrellas sobre el volcán. Posteriormente hice varias tomas más, para generar un pequeño time lapse de las estrellas.

En el caso de las fotografías para el time lapse, cada toma requería una exposición de unos 25 segundos. Mi cámara la tenía configurada para procesar el ruido por largas exposiciones, y esta reducción del ruido implica que, por cada fotografía de larga exposición tomada, la cámara debía realizar un nuevo disparo, con el obturador cerrado y un tiempo de exposición igual al tiempo de exposición de la toma original, por lo que, al final, una sola imagen requería de unos 50 segundos aproximadamente (25 segundos de exposición de la imagen y 25 segundos más para la reducción de ruido).

Así que al final, necesité de poco menos de 1 minuto para realizar cada fotografía. Por desgracias, la batería se me agotó después de haber hecho unas 17 tomas, y mis baterías extras estaban en mi mochila…, y mi mochila estaba dentro de la cabaña donde dormía uno de mis compañeros de viaje. No quise despertarlo así que hasta ahí llegó mi aventura fotográfica y mis ganas de hacer un time lapse de varios segundos. Se que dará risa pero les dejo ese corto, cortísimo time lapse de estrellas (supongo será el más corto de la historia jamás creado).

Cuando me quedé sin pilas eran aproximadamente las 3:40 de la mañana. Tenía poco más de una hora para deambular antes de ir a despertar a mi compañero y poder tomar mi mochila para empezar a realizar las fotografías del amanecer.

Solo con mi soledad.., y mis amigos imaginarios

Ahora bien, contaré algo que no voy a negar. Cuando hacía las fotografías estaba en medio del camino, alejado de las cabañas, con grandes árboles a los costados del camino y un cielo estrellado.

La luna era lo suficientemente blanca como para bañar con luz el lugar, pero no lo suficiente como para disipar las penumbras que me rodeaban.

Ahí parado, solo, a esa hora, con mis audífonos puestos y mi vista fija en el volcán y en la cámara, no podía evitar sentir uno que otro escalofrío al ver que alguna rama se movía, al girar mis ojos hacia donde algún caballo permanecía quieto, tal vez dormido, tal vez mirándome y yo, imaginando seres de otras dimensiones, de otras épocas, de otras constituciones físicas diferentes a las mías, ahí a mi lado, con sus mentones intangibles apoyados sobre mis hombros, observándome trabajar, y abriendo sus bocas eventualmente, dejando al descubierto sus dientes y lenguas, para articular sus labios y emitir sonidos de ultratumba que yo habría entendido como un…, “ola, ke aze?”.

A veces tengo mucha imaginación y me sugestiono (soy miedoso, en pocas palabras), pero trato de ver el lado gracioso de mi «miedosidad».

Fotografiando el amanecer

Dadas las 5 de la mañana, la gente empezó a salir de sus cabañas. Yo estaba cerca de la que me correspondía y toqué la puerta para despertar a mi compañero y sacar mi mochila, cambiar la batería y seguir haciendo fotografías del amanecer.

Como verás en las imágenes, la capa de nubes seguía ahí, lo cual daba una vista increíble al momento. El sol saliendo poco a poco, tiñendo el cielo de colores y bañando a las nubes con su luz dorada, fueron escenas que quedaron grabadas en nuestras mentes y nuestras cámaras.

Con el celular y el Osmo Mobile 2 de DJI hice un time lapse corto del momento en que el sol surge en el horizonte. En donde me encontraba no estaba totalmente despejado de árboles por lo que, en las tomas, ellos fueron un protagonista más en la composición.

Y así se fue la mañana, disfrutando del frío de las alturas, viendo ese gran espectáculo que la naturaleza nos regaló y haciendo fotografía en Pico de Orizaba. Después hicimos un par de actividades más, 2 largas caminatas que, aunque no había dormido, hice con mucho gusto a pesar de lo pesado que se me hizo en algunas partes.

Después de 2 caminatas, a la cama de nubes

Hice algunos vídeos de esas caminatas, los cuales pondré más adelante, para que te des una idea de lo que te podría esperar si un día te animas a visitar Villas Pico de Orizaba.

Al finalizar la segunda caminata, pasamos al comedor, nos alimentamos y nos preparamos para el camino de regreso. Aproximadamente a las 4:30 de la tarde empezamos el descenso y, después de un tramo recorrido, llegamos a un punto donde estábamos casi al mismo nivel que la cama de nubes que aún seguía cubriendo el cielo. Nos detuvimos y bajamos de la camioneta para hacer las últimas fotografías del viaje, y era tal la forma en que las nubes tapaban los cerros, y como algunos de ellos, más altos, sobresalían como pequeñas islas en el mar, que más que fotografías se me antojaba realizar un time lapse que durara varios minutos, para poder ver el movimiento de las nubes, pero ya no contaba con el tiempo necesario para ello.

Así pues, hicimos las fotografías finales y, debo decir, me alegra haber estado ahí para realizarlas y para ver ese gran espectáculo.

Las galerías

Uf!, después de tanto bla bla bla, te dejo por fin con las galerías tanto de las fotografías como de los vídeos que realicé, espero el material sea de tu agrado.

Sé que me excedí en el texto, y muchos de ustedes tal vez no habrán leído todo, pero es que realmente es tanto lo que disfruto cada vez que visito Pico de Orizaba que no puedo dejar de recordar y escribir la experiencia.

Justo ahora que estoy terminando este post, en diciembre, acabo de regresar de nuevo a Villas, por lo que tengo nuevo material para compartir, pero esta vez son varios time lapses, unas cuantas fotografías y menos texto, ya que la descripción del viaje la presentaré como vídeo, así que no los haré leer tanto.

Sin más, espero que hayas disfrutado de la publicación y te animes a visitar este lugar que siempre tiene una cara diferente con que asombrar al visitante.

Nos vemos la siguiente y ¡Happy Clicking!