El 7 de febrero de 2016, se llevó a cabo la octava edición del evento «En la piel del toro«, organizado por Anima Naturalis, en la explanada del Monumento a la Revolución (puedes ver la galería de Anima en su sitio de Facebook). Este evento se organiza para exigir, a nivel nacional, la prohibición de las corridas de toros.
Erik Murillo (visita su página en Facebook) fotógrafo que ya tiene tiempo apoyando a esta causa, tanto con su trabajo fotográfico como con su activismo, hizo una invitación abierta a otros fotógrafos que desearan apoyar en el evento, invitación que tomé con gusto; no soy un activista dedicado, pero eso no significa que no aborrezca que el ser humano lastime y mate a animales por placer, las corridas de toros no es arte, es una simple satisfacción por el gusto a la sangre, tanto del torero como de los espectadores…, torturar, cansar y matar lentamente a un animal, de este modo, no puede recibir otro nombre más que asesinato a sangre fría.
Es la primera vez que participo en un evento de este tipo. La organizacion de «En la piel del toro» fue muy buena, los chicos que apoyaron llevaron muy bien a más de 200 activistas que, semidesnudos, se prestaron para que se les colocaran banderillas y sangre en sus cuerpos, simbolizando la sangre y sufrimiento de los toros asesinados. Un extracto de la información en el sitio de Anima Naturalis explica este simbolismo:
«En punto de las 12 del día más de 200 activistas semidesnudos, procedentes de varias ciudades del país, yacieron en el Monumento a la Revolución con banderillas y cubiertos de sangre. Así representaron el dolor y la trágica muerte de los miles de toros que son asesinados cada año en las corridas de toros.
A través de esta acción simbólica, que recibió amplia cobertura de medios nacionales e internacionales, exigimos a legisladores y gobernantes la abolición de la tauromaquia, “espectáculo” que fomenta la violencia y la indiferencia hacia el sufrimiento de los animales.»
Quiero expresar mi admiración a los activistas que aguantaron algunas horas parados, formados, mientras les colocaban las banderillas y los pasaban, posteriormente, a un sitio donde les bañaban con una tinta simulando ser sangre. Después de estar parados, dirigirse a la explanada y tumbarse boca abajo para representar a los cientos y miles de toros que terminan tirados en las arenas, ahogados en su propia sangre; ese día el sol no fue nada suave, pero los activistas soportaron esos detalles, sin importar si se estaba embarazada (una muchacha, con pocos meses de embarazo, apoyó con gusto) o si había tenido que ir al evento con un pie enyesado y con muletas. A todos ellos, a quienes no conozco pero cuyas imágenes quedaron registradas en mi cámara, toda mi admiración y respeto.
Igualmente a Erik, por la invitación y la confianza, muchas gracias, y espero no sea la última vez que pueda apoyarles en este tipo de eventos.
Aunque las fotografías hechas aquí, debían ser más de tipo periodístico, tuvimos la libertad de aplicar nuestro estilo; en cuanto a edición, para las fotografías que se entregarían, no debían tener más que edición básica de contrastes, luces, sombras y reencuadre, mientras que las fotografías que serían para compartir en nuestras galerías, si podíamos aplicar la edición que más nos agradara, y esas fotografías son las que comparto en este post, esperando que, más que gustar, sirvan para motivar a las personas a luchar contra todo tipo de maltrato animal por diversión o perversión. Recordando que pueden ver las imágenes en mi cuenta de Flickr, les dejo las imágenes aquí.
Hasta la siguiente, gracias por leer y Happy Clicking!
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